En derecho laboral, el Estado no es un actor neutral. Por mandato de la Constitución Nacional, debe ponerse del lado del trabajador debido a la desigual relación de fuerza con su patrón. La defensa del más débil también es norma cuando se habla de los derechos de usuarios y consumidores. El Estado tiene que interceder a favor del cliente para equilibrar una puja donde las empresas no disimulan –ni tienen por qué hacerlo– su afán de lucro. Sin embargo, Julio De Vido apeló ayer un fallo judicial que beneficiaba a la gente de a pie para asumir el discurso de las compañías eléctricas. En otras palabras, el ministro de Planificación consideró que hay que cortarles la luz a las personas que no abonen los onerosos aumentos dispuestos por Edenor, Edesur y Edelap. El funcionario se mostró activo luego de haber resuelto la eliminación de los subsidios que llevaron a esas empresas a incrementar las tarifas. Ante semejante intervención, sólo queda preguntarse si éste es el Estado presente que tanto revindicaron los Kirchner para diferenciarse de Menem y su ensalzamiento del mercado como ordenador de la economía.
Autor Por D. Schurman
PD Curiosamente, se eliminaron todos los subsidios, menos el del 6 por mil, para las obras electricas de Santa Cruz, que nunca se hicieron