19 ene 2008

La venganza del Inka, duerme en la hoja de coca

La imagen “http://www.profesionalespcm.org/humor/Coca.jpg” no puede mostrarse, porque contiene errores.
Desde el norte lejano a nuestras costumbres y pasiones ha llegado una nueva imposición, “Hay que erradicar a la hoja de coca”. Me pregunto porque y la respuesta se abalanza sobre mí con una troupe de obsecuentes que juran y perjuran que la coca es mala “tiene cocaína”. En todo caso la cocaína tiene coca, como las balas tienen pólvora y no viceversa. El problema es que en estados unidos y europa (así en minúsculas como se lo merecen) el consumo aumentó de manera desproporcionada con el resto del mundo, y como es más fácil meterse en Latinoamérica que en la casa de sus propios dealers, ahora se dedican a demonizar el consumo de un vegetal que está muy arraigado en las costumbres del norte argentino. No me imagino hacer a la Pachamama una ofrenda de Red Bull o Cafiaspirinas. Me niego a que bastardeen mis costumbres para imponerme otras, ya me banco a un boludo disfrazado de rojo invierno a merced de los 40º de las navidades tucumanas y las fiestas de Jalogüin (o como carajo se llame) en vez del día de los fieles difuntos, pero lo de la coca se va de madre, que la paranoia y la inconducta yanqui la paguen ellos yo seguiré “coqueando” y ofreciendo a la Madre Tierra lo que ella me da a mí. Parece que la profecía anónima empezó a cumplirse por más que quemen todas las plantaciones de América tendrán que aceptar que: “La venganza del Inka duerme en la hoja de coca, pero sólo despierta en el cuerpo de los conquistadores”

1 comentario:

Carlospop dijo...

Buenas, quería comentar que el escrito "La venganza del Inka..." me parece sumamente acertado. Yo soy de españa (sí, también lo pongo en minúsculas), soy ex-adicto a la cocaína (llevo año y medio sin consumir), pero creo que la cultura de un pueblo tienes que estar muy por encima... Cuánta razón tienes al decir que para los yankies y los europeos es mucho más fácil mirar hacia afuera que no solucionar sus propios problemas...

Carlos.